Mi Primer Trabajo
Mi primer contacto con el desarrollo económico nació en Costa Rica de los años 80, cuando tuve el privilegio de participar en la organización, consolidación y crecimiento del Movimiento Cooperativo. Ese también fue el primer trabajo. Acompañé a grupos de personas que buscaban opciones para mejorar sus ingresos. Formar una cooperativa era una opción. Esa década fue una época de oro para las cooperativas.
Mi trabajo era guiarlos para que pudieran organizarse en cooperativas: desde hacer los trámites de constitución y registro hasta ponerlas en marcha. También tenía que capacitar tanto a los asociados como a quienes asumían responsabilidades en los Consejos de Administración. Era importante que todos entendieran bien el modelo cooperativo y trabajaran con claridad, disciplina y propósito, para que sus proyectos realmente se concretaran.
Este trabajo me llevó a recorrer el país entero. En cada comunidad pude presenciar algo que todavía hoy me conmueve:
La fuerza imparable que nace cuando las personas se unen alrededor de un propósito común.
En salones comunales, fincas, oficinas pequeñas y caminos polvorientos descubrí una verdad que marcó para siempre mi manera de ver el desarrollo: cuando la gente se organiza para un bien común, la esperanza deja de ser deseo y se convierte en acción. Y esa acción cambia vidas.
Con el tiempo trabajé en instituciones nacionales e internacionales y confirmé que mi pasión no era únicamente el modelo cooperativo, sino algo todavía más profundo: la economía social, ese territorio donde el impacto se mide no solo en cifras, sino en oportunidades creadas, dignidad recuperada y comunidades que se mueven juntas hacia un mejor futuro. He transitado por la banca, los servicios financieros y proyectos globales, pero siempre regreso a la misma certeza: el desarrollo humano deja huella cuando nace desde la comunidad y se sostiene con propósito.
Porque algo extraordinario ocurre cuando las personas dejan de sentirse solas
y empiezan a verse como parte de un “nosotros”: el progreso se acelera, la confianza renace, y lo imposible empieza a parecer alcanzable.
Hoy, después de recorrer instituciones, comunidades, juntas directivas y proyectos en distintos países, sé que mi mayor vocación es acompañar a personas y equipos que quieren avanzar con sentido, estrategia y humanidad.
Buján Mentoring by Montserrat Buján nació para compartir, de manera práctica y humana, todo lo que he aprendido acompañando procesos reales, comunidades y organizaciones que se atrevieron a crecer. Mi acompañamiento funciona como un espejo que refleja fortalezas, retos y posibilidades que a veces cuesta ver cuando uno camina solo. Con mi experiencia ayudo a mis clientes a ordenar ideas, tomar decisiones o impulsar equipos. Al final, las verdaderas transformaciones empiezan cuando nos permitimos dar un paso más… y descubrir hasta dónde podemos llegar.